viernes, 1 de mayo de 2009

Nada como los buenos hábitos para no enfermar de influenza A H1N1

Cuando enfermamos de tos y catarro, casi siempre le damos poca o nula importancia, pensamos que ya se nos pasará y cuando acordamos estamos severamente complicados, incluso, nos ponemos al borde de la muerte, esto ocurre con la influenza, nos fuimos con la finta de un “simple resfrío”, pero los resfríos son simples si guardamos el debido reposo, tenemos la debida limpieza, nos alimentamos considerando las necesidades de cada enfermo y acudimos por la orientación de nuestro médico de confianza o a la clínica más cercana a nuestro domicilio.
Igual pasa con la influenza A (H1N1), esta enfermedad se combate con limpieza de la vivienda y sus alrededores, de la persona y los objetos de uso personal, de los utensilios para comer o beber alimentos, el aseo de la comunidad o localidad donde se vive, es decir, lavando muy bien con agua y jabón todo lo que se utiliza cotidianamente para realizar las actividades diarias, en la casa, la escuela, el trabajo, en los lugares para jugar o divertirse, o sea, en todos aquellos lugares donde convivimos día con día.

¿Cuántos han enfermado o muerto?, la cifra siempre será una aproximación, es más útil conocer lo que podemos hacer para no contagiarnos. 


Además de conservar la calma, apliquemos medidas protectoras, como:

• Lavado de manos con suficiente agua y jabón, de ser posible cepillarlas, las veces que sean necesarias durante el día, antes de comer, después de ir al baño, al regresar de la calle, después de jugar, al toser o estornudar, o bien, realizar cualquier actividad diaria
• Alimentarse lo mejor que sea posible
• Evitar compartir lo que estamos comiendo en el momento en que llega alguien de visita o simplemente a saludar
• Respetar el vaso, taza, cucharas, y alimentos de los demás
• Esperar a que pase la emergencia para poder saludar más afectuosamente a los amigos, familiares o compañeros de la escuela o el trabajo
• Cubrir nariz y boca con un pañuelo desechable al toser o estornudar y depositarlo en el bote de basura
• Proteger a los familiares niños y ancianos porque son más vulnerables a las enfermedades respiratorias
• Acatar las decisiones que tome el sector salud y los gobernantes para proteger nuestra salud y vida
• Organizándonos para realizar las acciones comunitarias cuando lo solicite el sector salud.

Recuerda…
¡Nada como los buenos hábitos para proteger nuestra salud!

Dra. María Teresa Romero Aguirre

1 comentario:

Anónimo dijo...

TA BUENO,ME PARECE MUY CLARO