lunes, 5 de julio de 2010

¿Qué tanto sabemos de las frutas que consumimos?


Durante las guirnaldas de la vida (la comida) es tan común evitar el pensar en los “Valores Nutricionales” de aquellos apetecible alimentos que estamos devorando, cómo la flautas, las fritangas, la lasaña, los sopecitos y todo lo que se nos puede estar ocurriendo a estas horas del día.

Dentro de nuestro equipo de trabajo nos hemos dado a la tarea de analizar diferentes fuentes de información sobre algunas frutas (lo sentimos fritangas, este post es sólo de ellas) que se consumimos con mayor frecuencia, en específico sobre sus propiedades curativas que poseen.

Serán diversos reportajes (posts), y para iniciar hablaremos un poco de la Papaya.

¿Quien no la ha probado para iniciar el desayuno, en un licuado, o como postre? Mmm, es tan deliciosa y tan tan buena (curativamente hablando).

Pues bien, iniciemos:

La papaya cuyo nombre científico es Carica papaya, pertenece a la familia de las Caricáceas, nativa de Centroamérica, posiblemente entre el sur de México y el norte de Nicaragua. La primera mención de la misma fue en el año 1535 y se le atribuye a Oviedo (Gonzalo Fernández de Oviedo_1478_1557, historiador español), quien informó a los reyes de España haber visto plantas de papayas creciendo en dicha región.

Su llegada al Caribe y a Suramérica se debió a los marinos españoles y portugueses. En estos lugares se le conoce con diferentes nombres, tales como fruta bomba, lechosa, papaw, pawpaw y otros. Su distribución en todo el resto del mundo tropical se logra durante el siglo XVI.

Es una fruta destacada por contener una gran cantidad de vitaminas (entre las que encontramos vitaminas del grupo B, C, A y D), minerales (como el calcio, el potasio o el sodio), y fibra dietética.

La papaya es considerada como el primer antioxidante, dado que sólo la mitad de la fruta proporciona unos 38 miligramos de carotenoides, que es capaz de protegernos contra el cáncer o las enfermedades cardiovasculares.

Otras propiedades de la papaya son:

  • Combate el estreñimiento, es un laxante suave.
  • Agiliza cicatrizaciones externas e internas (por ejemplo las úlceras gástricas).
  • Facilita el bronceado gracias a que contiene gran cantidad de Retinina (recuerden no por ayudar en el bronceado hay que excederse, no olviden el cáncer de piel).
  • Elimina los parásitos intestinales. También ayuda a eliminar las Amebas que son responsables de muchas diarreas crónicas ya que sus semillas frescas son muy ricas en un nutriente llamado Carpasemina.
  • Refuerza la inmunidad gracias a su alto contenido en Vitamina C.
  • Facilita la digestión y calma el dolor e inflamación del estómago gracias a que contiene una enzima llamada Papaína.
  • Muy útil en caso de gastroenteritis, colitis y colon irritable gracias a su efecto suavizante y antiséptico sobre los intestinos.
  • Es la fruta ideal si queremos hacer un poco de dieta ya que es baja en calorías y rica en nutrientes.
  • Contiene fibrina, rara vez encontrada fuera del cuerpo humano o animal. Esta sustancia es fácilmente digerible y especialmente valiosa por la ayuda que suministra en la coagulación de la sangre (en heridas internas y externas).


Es muy interesante ya que la papaya tiene excelentes beneficios en nuestro organismo, pero no es la única fruta que debemos consumir, una alimentación balanceada proporciona todos los nutrientes y beneficios que requiere nuestro organismo para estar en optimas condiciones.

-------------------

Nos vemos en la próxima entrega, ¿cuál será la fruta elegida?, no nos pierdan la pista.


Equipo de Salud Mental.
DGPS.




Bookmark and Share