- Garantiza un buen funcionamiento de los órganos internos.
- Mejora la digestión y absorción de la comida.
- Purifica el organismo al ayudarlo a deshacerse de toxinas y desechos.
- Da la sensación de saciedad y puede ayudarnos a perder peso.
- Regula la temperatura del cuerpo y refresca cuando hace calor.
- Limpia los poros de la piel, la mantiene sana e hidratada.
- Le da al organismo los líquidos que necesita.
- Repone el agua que se pierde al hacer ejercicio y mejora el rendimiento.
- Limpia las vías urinarias y previene infecciones en ellas.
- Evita la deshidratación y por lo tanto el cansancio y el dolor de cabeza.
Tenemos muchas bebidas de alto contenido calórico a nuestro alcance, por esta razón se nos hace fácil consumirlas sin pensar en la cantidad de calorías que estamos bebiendo, las bebidas azucaradas (refrescos o bebidas de frutas) nos engordan y elevan la glucosa en la sangre.
Estudios indican que por lo general no nos esforzamos por bajar calorías de otros alimentos después de beber líquidos con muchas calorías. Desde que nuestros cuerpos no registran las calorías de las bebidas. Es importante que escojamos nuestras bebidas muy cuidadosamente; escoge agua y bebidas dietéticas en lugar de refrescos regulares y bebidas de fruta.
Intenta estos simples consejos para mejorar tus hábitos:
* Carga religiosamente contigo una botella con agua durante todo el día.
* Ten siempre en tu refrigerador una jarra con agua.
* Agrega rebanadas de limón, lima, pepino o sandía al agua natural.
* Agrega un chorro de jugo 100% natural al agua simple para hacerla rica y con pocas calorías.
* Intenta tomando té frío, caliente o herbal (sin endulzantes si es posible).
* Prepara tu café con leche y endulzantes bajos en calorías; o si no toma café negro.
* Escoge bebidas bajas en calorías en tu ingesta diaria de líquidos.
No hay pretextos cuidemos nuestro cuerpo, es nuestro templo sagrado, manos a la obra!
