Sobre Frios, Resfriados y Helados

La gripe, una de las enfermedades más comunes que hay hoy en día en todo el mundo. Nos puede dar en verano, en otoño, en primavera y, sobretodo, en el frío invernal. Siempre constante en nuestra vida, si puede verse como una enfermedad común pero no hay que olvidar que es una de las más peligrosas que existen, ¿por que? Pues muy fácil, por su alto nivel de contagio, muy fácilmente se da a través secreciones respiratorias o por las “gotitas” expulsadas en la tos y estornudo, aunque también puede transmitirse por las manos (contagio mano a mano, por tocar objetos que hayan estado en contacto con el virus de la gripe como los barrotes del metro, etc.) que mucha gente no lo sabe, o no ha tenido la conciencia de ello.

Los síntomas de gripe incluyen:
• fiebre (por lo general alta)
• dolor de cabeza
• cansancio extremo
• tos seca
• dolor de garganta
• secreción o congestión nasal
• dolores musculares
• también pueden presentarse síntomas estomacales, como náuseas, vómito y diarrea, pero son más comunes en los niños que en los adultos.

Los expertos dicen que la mejor forma de prevenir la gripe es Vacunarse sin lugar a dudas, yo lo creo también pero hay más y en mi humilde opinión recomiendo lo siguiente:

• Hacer ejercicio constante mente. No solo es bueno para tu condición física o “envoltura”, sino también refuerza y mejora las defensas de tu cuerpo.
• Comer sana y balanceadamente. Alimentarse correctamente es esencial para que tu cuerpo este al 100%, no dejes de comer frutas y verduras especialmente las que tengan vitaminas C.
• Por más que no tengas frío, en época invernal sal bien tapado. Recuerda cuando digas: “Yo enfermarme, no para nada este frío lo aguanto”… podrías arrepentirte.
• Caldito de Pollo una vez por semana. No solo es delicioso con limón y una pizca de sal, sino es por excelencia uno de los platillos que tanto te previenen de la gripe como te la cortan.
• Duerme bien tapado, alejado de corrientes de aire y respeta tus 8hrs. de sueño.
Por eso no solo en temporadas de frío hay que cuidarse, siempre se constante, recuérdalo es por tu salud.

Y hablando de fríos, recordé algo frío que me gusta, el helado. Rico, rico. Y sano, sano. Si sano y mucho, según el Departamento de Nutrición y Bromatología (DNB) de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona el helado fuera de rico que pueda ser, es más que sano de lo que muchos creen. «Es un placer que alimenta», enfatiza Diana Roig, secretaria general de la Asociación Española de Fabricantes de Helados (AEFH), que señala la «notoriedad científica» del equipo al que encargó esa investigación, encabezado por el director del DNB, Abel Mariné. «Es un buen alimento», asiente el presidente de la Asociación de Heladeros y Horchateros de la Comunidad de Madrid, Guillermo Castellot, quien añade que su especialidad, el helado artesano, «tiene todas las vitaminas menos el hierro» y que, «aparte de su calidad tan buena por la leche y la fruta que lleva, es un buen postre al alcance de todos los bolsillos».

Entre las bondades nutritivas del helado, la investigación destaca el suministro de calcio (80-135 miligramos por cada 100 gramos), proteínas (3,5-4 gramos) y de vitamina B2. El primero es vital en las etapas de la infancia, la adolescencia y la vejez, y también lo es para mujeres embarazadas y madres lactantes. En cuanto a sus proteínas, y muy especialmente la de la leche, que es la base fundamental del producto, incluyen en su composición aminoácidos esenciales que favorecen la buena digestión del alimento. El aporte energético (150-300 kilocalorías) es evaluado como «medio», y el contenido de colesterol, moderado.



Fuera de eso, de las proteínas y bondades que puede tener, no podemos negar que aun y en épocas de frío un helado no se niega, de menta, maracuya, pistache, chicle, vainilla o chocolate, un helado si que nos pone de buenas aún en las malas.

Hasta la siguiente.